martes, 6 de noviembre de 2012

Plumas de ganso

Hoy martes no consigo levantarme. Se me está pasando por la cabeza presentar una dimisión que, sin embargo, sé con seguridad que no va a ser admitida. Porque al otro lado de los 25 kilos de pluma de ganso, o del primo del ganso, que separan mi presente de mi futuro inmediato existe un mundo que me espera, y que cuenta conmigo. Y lo que realmente querría hacer ahora serían varias llamadas telefónicas  para anunciar mi intención de no abandonar por hoy el calor de las plumas de ganso (o similar), porque mis pequeños grandes dolores, mi falta de fuerza y mis pocas ganas se han aliado hoy contra mí, pero no quiero preocupar a los quemásmequieren, y, tachados estos de la lista de posibles llamadas, no creo que a nadie le interese si yo tengo ganas o no de levantarme hoy martes, así que ... he pensado que, una vez más, el aporrear sin sentido el teclado de mi mac puede servir para ... ¿nada?, da igual, ya he contado lo que quería contar ...

Y para cuando los quemásmequieren lleguen a leer esto, si lo hacen, ya no tendrán que preocuparse por mis ganas o no de levantarme hoy martes, porque a esas alturas, ya me habré vestido con unos vaqueros y unas botas, una camiseta sin mensaje, habré cambiado los 25 kilos de pluma de primo de ganso por una nueva chupadecuero que he adquirido a precio de wholeseller (ahora que soy tendera ...) y estaré en un tren de cercanías dirección Madrid centro.

Próxima estación : Recoletos.


domingo, 21 de octubre de 2012

Con lluvia o con sol

Ya estamos en otoño. Ya ha pasado otro cumpleaños, ya cumplí tarantantantos. Otro 18 de octubre que pasó amenazando con la lluvia que al final en Madrid no llegó a caer pero que en mi norte natal cayó con fuerza como debe ser un 18 de octubre que se precie, lluvioso y gris. Mis cumples son así, lluviosos y grises, por dentro y por fuera. Nací con la lluvia y mi madre siempre me cuenta que diluviaba el día que me llevaron a casa desde el hospital, por eso quizá busco el sol para sobrevivir, por eso no me gustan mis cumpleaños, no tiene nada que ver con la edad, tiene que ver con otras cosas, prefiero celebrar el cumpleaños de mi hermano, en junio, con las vacaciones a la vuelta de la esquina, un día largo y de luz, o de mis hijos, en julio y agosto, o de mis padres en mayo y en junio, prefiero los cumpleaños ajenos, sin lluvia, o con lluvia refrescante ...
El caso es que, de una manera u otra, el tiempo pasa, y si esto fueran unas declaraciones para una revista, yo diría que ahora con taratantantos me siento genial, más segura que cuando tenía veinte, que ahora sé lo que quiero y cómo conseguirlo y todas esas cosas que dicen las mujeres de tarantantantos que hacen declaraciones para las revistas que leen otras mujeres de tarantantantos (ya se sabe que entre páginas de publicidad y páginas de fotos preciosas hay que rellenar con otras cosas), pero como esto es un blog cualquiera que nació con una razón de existir y se mantiene a dura penas con post estacionales me ahorraré las obviedades, y solo diré que a pesar de que los años avanzan sigo con esa sensación de que algo nuevo me espera a la vuelta de la esquina. Esa sensación la tenía con diez años, la tenía con veinte, con treinta y la sigo teniendo intacta. Sigo sintiendo que ni mi casa es mi casa definitiva, ni mi ciudad es mi ciudad definitiva, ni mi lugar en el mundo mi lugar definitivo ... y eso es lo que me hace seguir avanzando, con lluvia o con sol.



sábado, 28 de julio de 2012

Hablar de cosas


Estoy en el ecuador de mi verano. El tiempo ha pasado muy rápido, pero he hecho tantas cosas, que si pienso en el día de mi particular chupinazo estival me parece muy lejano. Pero todo lo que a mí me pasa es así, se mueve entre extremos,  paso mucho calor y paso frío, así que en mi maleta conviven amigablemente ligeros vestidos de telas etéreas (eso si una tela pudiese ser etérea, pero es que me ha entrado así de repente la vena de redactora de revista de moda, se me mezclan las letras y las tendencias, lo ves? Ya te lo dije … todo lo mezclo). Pues eso, que en mi maleta conviven vestidos y shorts very short con jerseys y botas, porque en unos sitios pongo mi mente y mi cuerpo al sol y en otros refresco mis ideas, mi piel y mi corazón a temperaturas splashh.



Cambiando de tema.
Ayer fui a la farmacia a por mis pastillas de colores porque ya estaba bajo mínimo de existencias. Era la primera vez que iba con mis recetas desde que se empezó a aplicar el sistema del copago para los medicamentos.  Tuve que pagar, ni mucho ni poco. La verdad es que puestos a elegir preferiría tomarme un frapucchino de moka que pagar por mis pastillas de colores, pero mi manera de vivir (parte II) me impide hacer cosas como cabrearme por gastar mi billete de bolsillo en pastillas en vez de en un café enorme con hielo triturado y nata. Llámame simple o llámame Ismael.  Ahora soy así, vivo según las circunstancias que me tocan vivir y me dejo llevar por las olas. He aprendido que cuando te ves en una situación un poco difícil lo mejor es dejarte llevar por las olas sin oponer resistencia, estas te acabarán llevando a la orilla, la clave está en no gastar tus energías en vano, la clave está en utilizar tus recursos para llegar a la orilla en las mejores condiciones, una vez allí y a salvo, ya me apañaré.

Un inciso.
De tormentas políticas no hablo, ni quiero, ni tengo ganas, ni la ilusión por saber y entender que tenía cuando era más joven y pensaba en otras cosas y estudiaba masters en Relaciones Internacionales y eso. Sólo que a veces me da por pensar en que, afortunadamente, no cualquiera puede llegar a un hospital y decir “hola quiero ser médico, ¿dónde está el próximo paciente? que le voy a abrir en canal, es que me parece que esto de ser médico tiene que molar …”, de la misma manera que cualquiera puede llegar y decir “a partir de ahora seré político, hala,  qué no sé hacer la o con un canuto, qué más da …” aaahhh claro, es que que los médicos son gente con vocación, que se forman con esfuerzo, que ganan sueldos normales y que … bueno da igual.

Sigo.
Me concentro ahora en hacer las cosas como mejor puedo, mi aportación a este desbaratado mundo la dejo en forma de dos personas a las que trato de educar para que sus mentes, sus corazones y sus conocimientos puedan ayudar a conseguir un futuro mejor para todos.

Y.
Me concentro en llevar adelante un negocio, cosa que se ha convertido en todo un reto. Ser empresario en este país no es fácil, y ser empresario en este país en estos tiempos llega a rozar los límites de la misión imposible. Pero alguien dijo una vez “podemos”, si Obama pudo, I Can. Si la selección española de fútbol gana copas y recopas y requetecopas y todo eso, yo seguro que también puedo oeoeoeoeoeoeoeoeoe. Ya sé que ellos van de rojo y todo el mundo les anima y tienen un gran apoyo mediático, y son muy majos-jos y se sienten segurooooos tirándose en paracaídas sin instructor y tal, pero bueno, yo voy de Isabel Marant (cuando puedo), me hago mi publi con la ayuda de los míos, y soy muy maja-jajajaja, y nunca se me ocurriría tirarme en paracaídas por primera vez sin instructor … y tengo que confesar que me dormí en el sofá viendo los penalties esos del partido contra Portugal, me dormí porque estaba cansada y relajada después de un estupendo día de mar Mediterráneo,  y porque no consiguieron despertar mis nervios, últimamente me emocionan cosas mucho más bonitas …

Y de cosas bonitas hablaré en otra ocasión.



martes, 29 de mayo de 2012

Seguir ...

Este post se puede considerar una maniobra de primeros auxilios a un pobre blog que agoniza por causa de abandono de su autora. Hace un par de días un buen amigo se interesó por su estado, y como no era el único que últimamente me había preguntado por él, decidí echarle una ojeada. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba a punto de de cruzar esa frontera que traspasan los proyectos que se pierden en la nada virtual y que nunca se vuelve a saber de ellos. Y eso sí que no estoy dispuesta a permitirlo, así que aquí estoy, tecleando como una loca, tratando de que esta especie de caótico diario (tiene gracia lo de llamarlo diario) recupere su color, su frescura ... una vez conseguí revivir una planta, no sé ni cómo, así que esto me resultará mucho más fácil.
Que todo lo que cuente a partir de ahora no suene a justificación, si no he escrito durante este tiempo es porque no, porque no me ha apetecido, porque no quería contar cosas. No diré eso de "no tuve tiempo", o "no estaba inspirada", la inspiración para Picasso y colegas, para esto poco más se necesita que un portátil con batería. Y tiempo tengo todo el tiempo del mundo para hacer lo que hago, que es vivir, mientras vivo pues hago otras cosas, entre ellas teclear en un portátil con batería de vez en cuando.

Además de teclear soy emprendedora en tiempo de crisis.





Acompaño a mi hijo en sus aventuras deportivas, ya he conseguido entender cómo se juega al rugby, viajo de torneo en torneo por capitales de la península, paso frío, a veces tomo el sol tumbada en la hierba y disfruto mucho.



Sigo mis visitas rutinarias por médicos y hospitales. Me tomo mis pastillas de colores y sonrío muy fuerte el día que amanece nublado.



Viajo dónde, cuánto y cómo puedo. Ahora a París, ahora a Menorca, ahora Macondo. Bonjour. Adeu. Aviones. Maletas. Podría pasarme horas escribiendo, pero no lo voy a hacer.



Catalina está estudiando en Irlanda. Yo estoy/soy feliz. Como cantaba Serrat "a menudo los hijos se nos parecen, y así nos dan la primera satisfacción". Ver a una mini-yo de 11 años desenvolviéndose por el mundo es mi satisfacción. Y respondo desde aquí a todo/as aquello/as (en especial -as) que tantas veces me han dicho ¿puedes vivir con tu hija tan pequeña y tan lejos?. Yes, I can. Todo lo que le hace feliz a ella me hace feliz a mí. Nunca le privaría de nada sólo por mi propia satisfacción de tenerla cerca.



Poco más hago. Voy y vengo. Y depende del día hago esto o lo otro.
Lucho con mi famoso cansancio que, últimamente, me golpea duro. La crisis parece que ha llegado hasta mi sangre y los glóbulos rojos escasean, el hierro bajo mínimos y la ley de incompatibilidades de esto con lo otro hace que vaya un poco arrastrada de aquí para allá. Pero, que conste que eso lo sabéis porque yo os lo digo, porque si no, mi aspecto no os daría pistas de nada diferente a una chica sana, que salta para las fotos, y se levanta todas las mañanas como si fuera la protagonista de un anuncio de cereales de esos que llevan muchas vitaminas y te dan mucha energía, y de paso te pone cara de "qué bello es vivir".

De política, políticos, banqueros, bancos, dinero que va y no vuelve, crisissss que se hacen eternas, riesgos, primas, primas de riesgo, EREs, deudas, recortes,  ... no hablo, eso ya lo hacen otros, de mil maneras, y dudo que mi opinión sea interesante o aporte nada.

Menos mal que el sol sigue saliendo, porque, yo que tengo tanto frío por dentro necesito su calor.