Últimamente me he convertido, involuntariamente, en un animal nocturno. Dicho así parece que me pase la noche de garito en garito y de fiesta en fiesta, pero no es el caso, el caso es que me paso la noche escuchando música, leyendo a ratos cortos, porque me falta concentración para leer a ratos largos, y pensando. Anoche mientras pensaba se me cruzó una imagen en la mente y me acordé de que un día de estos me tocaba cita en la consulta de hematología, he llegado a tal punto de pasotismo que a veces ni apunto las citas con los médicos, y ésta era una de esas ocasiones, pero tenía el presentimiento de que estaba muy cerca el día. Tengo una amiga que me dice que eso es buena señal, que eso significa que no les necesito, pero no es verdad, si que les necesito, son simples despistes, dejadez, son "ya lo apuntare, y no lo apunto", claro que les necesito.
Noche casi en blanco. Es culpa de las pastillas. Todo lo que me pasa es culpa de las pastillas. No duermo por culpa de las pastillas, no como por culpa de las pastillas, me gasto demasiado dinero en la FNAC por culpa de las pastillas, tengo frío por culpa de las pastillas, las botas no me caben en el vestidor ni las camisetas en los cajones por culpa de las pastillas, si a ti te ha pasado algo parecido últimamente puede que sea por culpa de mis pastillas, ¡quién sabe!.
Me dispongo a descansar esta mañana después de embarcar a mis hijos rumbo al cole no sin antes despejar la incógnita "consulta hematología" llamando al hospital, cuando una amable señorita me informa de que en tres horas tendrá lugar el evento
"malditos linfocitos" ...