lunes, 25 de enero de 2010

DomingoAstromántico I do like Mondays

Pensaba ayer domingo en particular en los domingos en general ... en la importancia del domingo.
El domingo es el día clave de la semana, si eres feliz los domingos, todo va bien. Si los domingos son raros, si los domingos te producen desasosiego, si los domingos te inspiran demasiado, si cuando te gustaría desaparecer de la faz del planeta es precisamente un domingo, si los domingos ves en blanco y negro, y si por todo eso además piensas que las cosas son así porque tienen que ser así ... tenemos un problema, entonces seguro que las cosas no funcionan en este mundo tal y como a tí te gustaría que funcionasen. Esa es mi teoría, seguramente sin sentido, como mucha de las teorías que yo elaboro en mi cabeza, discuto conmigo misma y, afortunadamente, no comparto con casi nadie.
Esto no tiene nada que ver con eso de "me deprimen los domingos porque mañana es lunes", nada que ver. Además, tú ya lo sabes, a mí me encantan los lunes, I do like Mondays, siempre fue mi día favorito, el lunes, con sus seís días por delante, me ofrecía la posibilidad de tantas cosas, de tantos planes, ... eso sí, todo acababa en un domingo (a veces en color, a veces en blanco y negro).
Ahora me siguen encantando los lunes, pero también los domingos ... ahora, para mí, todos los días son lunes, ahora me gusta simplemente abrir los ojos por la mañana, me da igual el día de la semana, después ya me las apañaré yo con mis cosas independientemente de que sea fiesta o no, de que haga sol o de que llueva.
Desde el día en que en mi vida tropecé con mi particular House disfrazado de Dios en versión capicúa ya ningún día de la semana volvió a ser igual para mí ... el estribillo de la canción cambió.



El domingo es un día de levantarse tarde, un día de brunch con cantidades insdustriales de tortitas con kilos de nata y litros de chocolate, es un día de cine, de café, de hacerse fuerte en el sofá, de manta, de peli, de pizza, de periódicos, de suplementos de periódicos, de paseos, de música, de desorden, de baños largos con mucha espuma, de una pastilla en vez de dos, de tabletas de chocolate y te perdono el platano para merendar, de pensar y no pensar, de hablar por teléfono con aquellas personas que entre semana no son las mismas porque no tienen tiempo para pasar una hora hablando por teléfono de cosas que se supone que no son importantes aunque a veces (casi siempre) sean más importantes que las que ellas se creen que lo son, porque dime tú si no es importante hablar durante un largo rato de "no sé si me gusta más el chutney de mango o la salsa de cebolla caramelizada que me gusta tanto que el otro día casi me la echo en el yougurt natural pero no lo hice por miedo a que me flipara la combinación porque estoy un poco asustada con las cosas que me gustan últimamente y mira tú por donde ya va siendo hora de que aprenda a combinar bien las salsas aunque creo que nací con ese instinto un poco atrofiado porque me pasa igual con la nocilla (con la nutella en su defecto) que la mezclo con todo y luego me miran mal y además creo que les estoy pegando esa manía a mis hijos porque el otro día Catalina me pidió un bocadillo de nocilla con plátano y galletas y yo no quiero que mis hijos sean raros por lo menos de momento aunque luego me paré a pensar en la combinación de ingredientes y tampoco estaba tan mal ... pero le dije que no que no tenía platanos porque el último se lo había comido Bruno después de tirar el resto a la basura porque estaban pasados pero que sacase un tubo de leche condensada de la nevera y que se preparase un bocadillo con lo que quisiera imaginación al poder luego dicen que somos raros y va a ser verdad que todo es por mi culpa ... bueno te cuelgo que me llama mi madre por el fijo que sólo hemos hablado hoy tres veces ciao".Esa conversación sólo puede tener lugar un domingo por la tarde, eso está claro.

Ahora, los domingos, yo canto cosas como "te deslizas como si fueras de viento, y al contacto con mis dedos te desvanecieras heeey ey hooo ... si tu magia ya no me hace efecto, ¿cómo voy a continuar?, si me sueltas entre tanto vientoooooooo, ¿cómo voy a continuar? .... ¿cómo voy a continuar? ... "



Antes los domingos eran para mucha gente día de fútbol, y yo a veces me he tragado algún domingo de fútbol, pero ahora cualquier día es día de fútbol, o al menos esa impresión me da a mí, porque que yo sepa, hay sábado de fútbol, miércoles de fútbol, lunes de fútbol, y si no, pues ponte a zapear por la kilométrica lista de canales de las actuales teles extramegaplanasdediseñoalucinante y encuentras fútbol, así que el domingo ya no es lo que era (en lo que al fútbol se refiere). Sólo me queda conseguir que alguien con el poder de prohibir cosas prohiba la emisión por radio de esa joya de programa llamada "Carrusel Deportivo", que algunos viajes de vuelta de domingo he tenido que sufrir encerrada en un vehículo, llamesé coche de alguna alma poco caritativa como la de mi primo, llámese autobús de línea Santander-Madrid. Pero eso pasó hace mucho tiempo, ya no viajo en autobús de línea y hace años que no veo a mi primo (iba a decir ni ganas que tengo, pero no lo digo). Pepe sabe que hay cosas que no, porque no, y una de ellas es sintonizar el maldito carrusel del gol en la condomina cuando yo estoy a menos de 150 kilómetros a la redonda. Es que el nombre le viene que ni pintado, carrusel, mareo, todo me da vueltas, carrusel, y si lo mezclamos con tabaco ... pues, todo me da más vueltas, que se calle ese señor que grita, que se calle por favor, puritos rei, jamones, y coñac ... gol en el benitovillamarin gooooooooool, lo dejo me estoy mareando de verdad ...

El domingo es un día de vueltas, de atascos, de pensar en que el fin de semana es muy corto y no da para nada, el domingo es un día tonto, o listo, para muchos el día del señor, para otros el día de libranza, para muchos el día de comida familiar y tarde en casa de los abuelos, otros se van al campo, a saltar como cabras, y cuando hace buen tiempo se llevan la comida y (algunos) lo dejan todo hecho un cisco.

Para muchos los domingos no tienen remedio ni solución ni arreglo, hay que pasarlos, y si no que se lo pregunten a un muy buen amigo mío, el sí que sabe sufrir como nadie lo que es un domingo.
Y como no sabía cómo acabar de hablar de los domingos le pedí a este amigo que me diera una palabra para definir domingo y me contesto sin pensar ni un segundo : el terror. Ahora sí que la fastidié, ya lo complique todo más. Ahora sí que nadie va a entender nada de nada. Sólo decir que César, ¡anda! escribí sin querer su nombre (lo siento César, pero es que me tengo prohibido corregir este blog, espero que no te importe) es una de esas personas con las que comparto esas teorías absurdas y no tan absurdas que se me ocurren a veces de noche y a veces de día.
Pero al contrario que a mi amigo sin nombre, a mí sí me gustan los domingos. A mi hija, no, y a mi padre tampoco, pero esa es otra historia para otra ocasión.
Ahora mis domingos son bastante astrománticos ...

1 comentario:

  1. Pues yo en domingo sí que me comía uno de los bocadillos que idea Catalina... o igual a diario...
    Besos

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