viernes, 18 de septiembre de 2009

Una Q azul con un punto rojo en su interior

Es una Q azul con un punto rojo en su interior. Ese logo causa un efecto en mi estómago. Pensé que lo tenía superado, pero hace unos días conducía yo mi coche, a más velocidad de la permitida, por el carril de la izquierda de una carretera comarcal de la Comunidad de Madrid mientras escuchaba a Manos de Topo, cuando de pronto, y mientras me aproximaba a una rotonda de esas de "yo voy hacia aquí, tú para allá, ufff casi te doy, deberías haberte puesto a la derecha", me encontré con esa maldita Q e instantaneamente mi estómago se dio la vuelta y se colocó al revés ( y bastante raro es mi estómago ya, como para que empiece a hacer piruetas dentro de mi anatomía). Había olvidado el efecto que me causaba esa enorme Q azul con un punto rojo en medio colocada en lo alto del moderno edificio que alberga uno de los mejores hospitales, dicen, de la ciudad. De repente la voz de Miguel Angel Blanca, el "llorador" oficial de Manos de Topo, dejó de ser tolerable para mis oídos y pasó a convertirse en un aullido lastimoso, mi pie izquierdo pisó bruscamente el freno y entré en la rotonda por dónde-me-dió-la-gana-porque-sí, sin respetar a los que daban vueltas al minicampo de cesped circular con monolito en el medio.
Creo que aún no he digerido bien la Q.

Pensé que se trataba de costumbres, pero son manías. Cuando me aproximo a la Q gigante, aparco mi coche (mal-aparco mi coche) en una esquina, ya que mi paciencia para buscar aparcamiento creo que la perdí hace tiempo, y por otra parte, me siento atracada cuando se levanta la barrera del parking subterráneo localizado debajo de la enorme Q (me gasto más dinero del que me toca en cosas no del todo necesarias, pero paso de que me atraquen en un parking pudiendo mal-aparcar mi coche en una esquina redondeada donde no molesto a nadie), no tengo miedo a las multas, no tengo miedo a la grúa del ayuntamiento, soy una valiente en la jungla de asfalto ... y sobre todo, soy una buena ciudadana.
Paso por debajo de la gran Q que preside la entrada el gran edificio, siempre sonriendo (es una sonrisa autoimpuesta), miro hacia el panel informativo situado a la derecha del enorme vestíbulo, más parecido al de un hotel moderno que al de un hospital de los de toda la vida, aunque no por eso consiguen hacernos olvidar a dónde vamos, en la placa leo un nombre y un cargo, agradezco a ese nombre, a su cargo y a las fuezas que rigen el universo el poder llevar a cabo esa serie de manías estúpidas, voy hacia los ascensores (atención, he dicho ascensores) y me dirijo hacia donde me toque para hacer lo que corresponda.
Y así una vez, y otra vez, y otra vez ...

El olor. El olor que envuelve ese lugar no es desagradable del todo, pero lo tengo grabado en mi cerebro a fuego y produce en mí un efecto parecido al de la Q gigante, sin embargo, se me pasa pronto.

Caminan por los pasillos caras conocidas, hubiese preferido no conocerlas, pero llegados a este punto es mejor que sean conocidas, amigables y sonrientes. Me gusta que me sonrían, que me saluden, que me besen. Allí me siento como en casa. Me hubiese gustado no sentirme así, pero llegados a este punto, es mejor sentirse como en casa.

Cuando me voy de allí ya sé cuándo volveré. La despedida es un ¡Hasta pronto!. Me gustaría que fuera un ¡Hasta siempre!, gracias por todo, pero es un ¡Hasta pronto!.
Vuelvo al coche, siempre está en el mismo lugar donde lo dejé, nunca tiene una multa enganchada en el limpiaparabrisas, me vuelvo a casa. Estoy feliz, hace no mucho mi coche estaba en el garaje y los que más me quieren me llevaban y me traían. Regreso escuchando la música que más me gusta. Unas veces contenta, otras muy contenta, otras un poco menos contenta. Tópico del día : ¡Así es la vida!

Dejo la enorme Q con un punto rojo en el medio a mis espaldas, tomo la rotonda (soy especialista en rotondas) y piso el acelerador a tope ...



Alucinada tras ver el videoclip, me pregunta mi hija :"¿Qué le pasa a este señor, está llorando?", Canta así, hija, "¿Pero él se cree que canta bien?"

La pregunta queda formulada.

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